La guerra llega
la vida acaba,
la sonrisa
se transforma en lágrima,
el agua
en sangre,
y el niño
los juegos entierra
en las ruinas de su casa,
el niño es hombre
el hombre bestia,
la bestia un presidente,
el presidente Dios
y Dios
tranquilo
observa cómo la tierra se
desangra,
el hombre crece
también sus ansias,
el amor se transforma
el hombre lo entierra
y baila sobre él
mientras su arma dispara,
la guerra es muerte,
no poder,
no libertad,
la guerra es el niño
que aprende a matar,
de sus ojos pequeñas balas
salen a danzar
sobre el cuerpo de aquel
que llamado enemigo
ha
tenido la desgracia de no ser igual,
de vivir diferente,
de hablar diferente,
de vestir diferente,
de creer en un Dios ajeno
a la
lógica de un asesino
que se cree Dios omnipotente.