Hoy, 3 de abril de 2017, el
periódico Norte de Ciudad Juárez, cierra definitivamente sus filas. El motivo: no existen las condiciones necesarias para ejercer el periodismo. Quizá
para muchos este hecho no signifique nada, es más será un noticia sin
relevancia, pero si vamos más allá nos daremos
cuenta de la seriedad que representa el cierre de un medio de comunicación. En primer
lugar que el Norte deje de hacer periodismo de investigación
significa un retroceso terrible en el
avance de la libertad de expresión en el país (la cual ha ido deteriorándose con cada sexenio); en segundo lugar, al Norte le pueden seguir otros medios que
decidan cerrar su puertas ante la inseguridad latente que existe para el
periodismo en México; en tercer lugar, que un medio de comunicación muera significa que hay un canal menos
para que el pueblo mexicano esté
informado. Un medio menos para que los ciudadanos se enteren de lo acontecido en
estas tierras. Una forma menos de conocer la realidad y un campo más para que
las publicaciones sin contenido (chismes y demás hechos sin importancia de la
farándula) sigan creciendo; y en cuarto lugar, el cierre representa la
incompetencia de los gobiernos (panistas y priistas de los dos últimos sexenios)
quienes no han podido terminar con la
violencia que ha involucrado al periodismo y la comunicación. Sí, la impunidad
sigue creciendo y los pésimos y corruptos
gobernantes (tanto a nivel nacional como regional) siguen terminando con
nuestro México.
Es
una desgracia terrible que un medio de comunicación impreso decida desaparecer
después de 27 años de labor periodística. Y todavía algunos hablan de México
como una gran potencia para competir con otros países y para invertir en él, sin
darse cuenta que en un país donde la libertad de expresión no existe, las
puertas del mundo moderno deberían estar cerradas para él.