El insomnio se aferra a mí. Se prende de mis ojos, danza con fervor y cuando esto parece no funcionarle, me susurra al oído letras… palabras… historias que nacen como un ligero viento, dispuestas a convertirse en huracán. Entonces el insomnio inyecta en mi mano un rabo de energía y hace que las letras fluyan y se extiendan en ese cielo oscuro carente de estrellas.

lunes, 19 de enero de 2015

Circo con animales: ¡No!... Toros: ¡Sí!



Por Celeste Vargas

No hay plazo que no se cumpla y en este año entra en vigor la ley que prohíbe  el empleo de animales en los circos. Ahora éstos deberán presentarse sin animales, lo que significa: mutar si es que no desean morir.  Y así  terminarán con  el más de siglo y medio de tradición  circense en México, donde los Hermanos Suárez (1853) y el Circo Atayde (1879), comenzaron a forjar su larga historia… al lado de sus animales. 
Sí, los circos mexiquenses deberán  presentar espectáculos sin animales y eso me hace recordar una vieja anécdota: hace ya algunos años llevé a mi sobrina a  ver un renombrado circo que no  utiliza animales (nada barato por cierto). Ella, muy contenta,  entró a la amplia  carpa,  observaba todo con curiosidad, pero sobre todo la pista. El espectáculo comenzó y después de un par de eventos la niña me preguntó: “Oye tía, ¿y a qué hora salen los animales?”; “Aquí no hay animales”, afirmé; “¿Dijiste que íbamos a ir al circo?”, preguntó.  Circo era sinónimo de animales haciendo gracias para entretener a un público.  Años después, la lleve nuevamente al circo, ahora sí con animales (caballos, perros y tigres). Era un circo  no de renombre y sí de localidades bajas. La función fue a las seis de la tarde y la entrada estaba al dos por uno… el lugar estaba vacío… si había cincuenta personas era mucho. Pero, ¿a dónde voy con estas dos anécdotas? En primer lugar, en México el circo es sinónimo de espectáculo con animales; y espectáculo para la población  en general y  de clase baja; en segundo lugar, que un circo tenga animales no significa que siempre estará abarrotado ni que los animales son el medio para ofrecer un  espectáculo de calidad  o simplemente un espectáculo.
            Ahora bien, ¿por qué a los circos se les prohibirá el uso de animales? ¿Por el maltrato a los mismos? Si éste es el motivo (y que conste que estoy en contra del maltrato animal en todos los ámbitos), ¿por qué no se hacen anuncios, campañas mediáticas  y se crean leyes en contra de todo tipo de espectáculos que empleen animales?  En  los acuarios y los centros acuáticos recreativos utilizan  ballenas y delfines para entretener al público… y algunos han amaestrados focas y leones marinos para sacarse la fotografía con el visitante. ¿Esos son lugares que a nadie interesan o ahí no hay maltrato? Aunque lo más atroz, denigrante y vergonzoso son las corridas de toros. ¿Los toros no sufren en las corridas? ¿Estos animales han perdido su derecho de no ser  “maltratados” por no ser animales salvajes?
¿Por qué en los circos no debe haber animales y en  las corridas de toros, éstos son maltratados, mutilados y torturados mientras los políticos, artistas y comentaristas  posan  para la foto? 
             Como ser humano defiendo el no maltratar animales, y como ser humano me avergüenzo y me llena de cólera observar fotografías  de toros sangrando,  con banderillas y espada, y un torero festejando, con un público sonriente. Eso, a mi parecer, es vergonzoso.  ¿Por qué los partidos políticos no establecen una ley contra las corridas de toros? ¿Por qué no debe haber animales en los circos, pero en las corridas de toros los sangran y mutilan?
            Sinceramente, no entiendo por qué la sangre derramada por un animal, domesticado al final de cuentas por el ser humano,  en  un espectáculo así, a nadie le mueve una fibra de piedad, mientras  el circo sí es frenado (donde al menos no hay espadas, ni banderillas  ni sangre frente al espectador). Quizá el Partido Verde también debería poner sus ojos en todos esos espectáculos donde los animales, no salvajes, pueden estar en peligro al ser empleados como un simple  entretenimiento de las sociedades modernas.  Aunque quizá digan que los toros han sido criados para tales fines, mientras los leones, osos y tigres no. ¡Pobres toros ante la moderna mentalidad  en los países “civilizados”! Y pobres de esos animales que no tienen derecho de estar bajo la mira de un partido político que los proteja y vea por su buen vivir.

            Y para finalizar,  una impresión que quizá a algunos podría no importarles: hace poco visité el  Zoológico de Chapultepec y la sensación al salir fue de vacío, pues  jamás había visto a los animales con ese dejo de  tristeza,  si le puede llamar de alguna manera. Ver a la pantera caminar de un lado a otro del  cristal  desesperada y ansiosa, para mí fue deprimente y apreciar la mirada perdida de un chimpancé, me hizo no querer volver a visitar un zoológico.  Y por qué digo esto, ¿a dónde irán a parar todos los animales que  viven en los circos? ¿Cómo será el proceso de incorporación a un medio ajeno a ellos? Y, ¿quién nos asegura que ahí vivirán mejor? Éstas son sólo algunas reflexiones en las que me ha hecho meditar esta nueva ley.