El insomnio se aferra a mí. Se prende de mis ojos, danza con fervor y cuando esto parece no funcionarle, me susurra al oído letras… palabras… historias que nacen como un ligero viento, dispuestas a convertirse en huracán. Entonces el insomnio inyecta en mi mano un rabo de energía y hace que las letras fluyan y se extiendan en ese cielo oscuro carente de estrellas.

martes, 7 de marzo de 2017

Delfina, la ballena




Por María Celeste Vargas Martínez

Delfina es una ballena de piel azul y boca blanca. Por la mañana coge su sombrilla y va en busca de su amigo Gaspar. Gaspar es un delfín, juguetón, bromista y muy tragón. Los dos gustan de charlar bajo el sol. Delfina se cubre con su sombrilla y mientras Gaspar salta de aquí a allá, ella le teje tranquila una bufanda para cuando el invierno en el mar haga su casa.
            Delfina es amistosa, a todos en el mar les habla: al calamar, a la mantarraya y hasta al callado cangrejo que en su concha aguarda. Ella es sonriente, pues a todos les enseña los dientes. Cuando está alegre toma una canasta, un mantel floreado, y cientos de emparedados para los peces. Y como nunca está triste, nadie tiene que consolar sus lágrimas.
            Delfina es una ballena, de piel azul y boca blanca, que por las noches canta a la Luna y a las estrellas, mientras todos en el mar junto a ella danzan.

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