El insomnio se aferra a mí. Se prende de mis ojos, danza con fervor y cuando esto parece no funcionarle, me susurra al oído letras… palabras… historias que nacen como un ligero viento, dispuestas a convertirse en huracán. Entonces el insomnio inyecta en mi mano un rabo de energía y hace que las letras fluyan y se extiendan en ese cielo oscuro carente de estrellas.

miércoles, 29 de enero de 2020

De muertos y otros devenires



El mexicano festeja a la muerte, la alaba, la respeta… pero también se ríe de ella: “De muertos y otros devenires”. 



La calaca, la huesuda, la tilica, la parca, la dientona y la tiesa acompañan al mexicano en su cotidianidad. La muerte no sólo es dolor y llanto, también es festejo, alegría y transformación. El que se petatea debe enfrentar los devenires del entierro; quien  cuelga los tenis será recordado u olvidado por sus actos; chupar faros llevará a vivir y no a sobrevivir; quebrarse puede significar el regreso al mundo de los vivos; y estirar la pata motivará una gran fiesta y las vacaciones anheladas. Esto y más es la muerte para el mexicano. Esto y más desatará risas, reflexiones y nos llevará  a preguntarnos: “¿Qué pasará cuando yo muera?”.

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