El insomnio se aferra a mí. Se prende de mis ojos, danza con fervor y cuando esto parece no funcionarle, me susurra al oído letras… palabras… historias que nacen como un ligero viento, dispuestas a convertirse en huracán. Entonces el insomnio inyecta en mi mano un rabo de energía y hace que las letras fluyan y se extiendan en ese cielo oscuro carente de estrellas.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Otras voces

Breves narraciones pertenecientes al libro "Cartas tras las rejas". En ellas los animales se hacen de voz para externar su sentir en el mundo humano.



Carta de un árbol

No siento mi cuerpo, ni mis raíces, ni mis ramas, ni el cosquilleo de las ardillas que siempre corren. No siento a las orugas devorando mis hojas ni al pájaro carpintero hurgando en mi tronco, ni a la mariposa saliendo de su capullo.


Carta de un murciélago a su primo ratón 

Entrañable primo:
Te escribo esta carta porque nuevamente la tristeza me ha invadido. Sé que me has dicho una y mil veces que debo superarla, y en ocasiones lo logro. Sin embargo, llega un humano y todo el trabajo arruina. De verdad, ya no quisiera estar triste ni llorar ni pasarme todo el día y la noche colgado de este, en ocasiones, frío y solitario techo. ¿Por qué no puedo superarlo? Para ti es fácil decir: “Ve siempre adelante


Respuesta del ratón a su primo el murciélago 

Estimado primo:
No sabes cómo lamento tu historia. Imagino tu dolor al ver caer a tus hermanos, pero no creas que mi vida es tan sencilla. ¡No! Yo también sufro de la persecución de los humanos. A veces me corretean por toda la casa sosteniendo una escoba entre sus manos. En cuanto me ven, pegan un grito, y van en busca de cualquier objeto que pueda terminar con mi existencia. En las madrigueras colocan alimento, pero impregnado de veneno y mis hermanos, sin saberlo, lo comen y después los encuentro en cualquier lugar tirados y retorcidos de tan horrible muerte. Otras veces colocan trampas... ¡No sabes cuán espantosas son! Caminas tranquilo por cualquier habitación y de repente, cuando tratas de mover un pie... ¡Sorpresa! El pie y todo tu cuerpo está pegado a esos horribles objetos. Y entre más te mueves más te pegas y cuando ellos se dan cuenta de tu presencia corren felices y a la basura te echan. Entonces ya no hay otro camino que el de la muerte. Vas desfalleciendo poco a poco. El hambre llega y tú pegado ahí


Carta de una cucaracha a su hijo cucaracha 

Amado hijo: 
Te escribo esta carta porque hoy he estado en las garras de la muerte. El enemigo estuvo acechando mis pasos y cuando creyó que ya me tenía se abalanzó sobre mí y me tiró un golpe. Pero al ver que su puntería era pésima, apresurado huí y él se quedó rabiando. Después apagó la luz, pero ya conozco el truco y cuando la encendió, rápido desaparecí. Por último, ya bastante molesto, trajo una botella y roció mi escondite creyendo que eso podía acabar conmigo. ¡Grande fue su sorpresa al verme salir huyendo y pasar entre sus piernas! Los humanos intentan todo, querido hijo, para acabar con nosotras. Sienten que somos intrusas, pues el mundo a ellos pertenece. ¡Cuán equivocados están!


¿Quién lo hará?

¿Quién dirá a los niños
que un día nuestro cielo
fue enorme,
azul y blanco?

¿Quién les explicará
que por las noches
había estrellas
para los enamorados?

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