El insomnio se aferra a mí. Se prende de mis ojos, danza con fervor y cuando esto parece no funcionarle, me susurra al oído letras… palabras… historias que nacen como un ligero viento, dispuestas a convertirse en huracán. Entonces el insomnio inyecta en mi mano un rabo de energía y hace que las letras fluyan y se extiendan en ese cielo oscuro carente de estrellas.

martes, 11 de agosto de 2020

Respuesta del ratón a su primo murciélago

Por María Celeste Vargas Martínez


Estimado primo:

No sabes cómo lamento tu historia. Imagino  tu dolor al ver caer a tus hermanos, pero no creas que mi vida es tan sencilla. ¡No! Yo también sufro de la persecución de los humanos. A veces me corretean por toda la casa sosteniendo una escoba entre sus manos. En cuanto me ven, pegan un grito, y van en busca de cualquier objeto que pueda terminar con mi existencia. En las madrigueras colocan alimento, pero impregnado de veneno y mis hermanos, sin saberlo, lo comen y después los encuentro en cualquier lugar tirados y retorcidos de tan horrible muerte. Otras veces  ponen trampas… ¡No sabes cuán espantosas son! Caminas tranquilo por cualquier habitación y de repente, cuando tratas de mover un pie… ¡Sorpresa! Éste y todo tu cuerpo está  pegado a esos horribles objetos. Y entre más te mueves más te pegas y cuando ellos se dan cuenta de tu  presencia corren felices y a la basura te echan. Entonces ya no hay otro camino: la muerte te espera. Vas desfalleciendo poco a poco. El hambre llega y tú pegado ahí.

            ¿Y qué me dices de los experimentos? Somos nosotros somos los más solicitados para esos menesteres. No les importa el dolor, el sufrimiento, los cambios en nuestro cuerpo. Ellos sólo quieren resultados y no importan los medios.

            ¡Ah, querido primo! El ser humano acaba con todo y los animales somos tan indefensos. Pero imagino que su conciencia no está del todo tranquila pues los animales somos fuente de inspiración de miles de cuentos, películas, fábulas y hasta caricaturas. Nos  toman a nosotros  para hablar de su vida, nos colocan ropas, nos visten de traje, usamos zapatos, vivimos en casas, manejamos carros y hasta comemos con cubiertos. ¡Horrible visión para nosotros si fuera real! En pantalla nos ven simpáticos y adorables y dicen: “Mira qué  bello ratón”. Pero cuando nos tienen a la vista tratan de acabar con nuestra vida a como lugar. 

            Por ello, querido primo, no pienses que mi vida es mejor a la tuya… Sufro, pero de diferente manera. Cualquier animal que viva cerca de los humanos enfrentará la misma suerte y más tarde que temprano morirá.

                                                                                             (noviembre, 2005)

                             

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