El insomnio se aferra a mí. Se prende de mis ojos, danza con fervor y cuando esto parece no funcionarle, me susurra al oído letras… palabras… historias que nacen como un ligero viento, dispuestas a convertirse en huracán. Entonces el insomnio inyecta en mi mano un rabo de energía y hace que las letras fluyan y se extiendan en ese cielo oscuro carente de estrellas.

martes, 8 de octubre de 2024

Ella no ríe más

 

Por María Celeste Vargas Martínez

 

Ella no ríe

            aunque antes lo hacía,

            sin motivo       con pretextos,

bromeaba

            se carcajeaba

            vivía riendo,

            su risa era explosión de alegría,

            placer              desenfreno,

reflejo de sueños,

            vida     futuro             esfuerzo,

            reía

            siempre reía y contagiaba,

 

ahora en su rostro no hay nada

            una mueca

            ojos sin luz

            tristeza,

            soledad y vacío.

 

Ella no ríe más,

la traición selló sus labios,

la  burla aplastó su vida,

            las mentiras la sepultaron,

ella quisiera reír,

            gozar,

            vivir,

olvidó cómo hacerlo,

 enterró motivos,

            murió

            pero no lo hizo sola,

la mataron sin sepultarla

y desde entonces        ella no ríe más.

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